Cirugías plásticas dan esplendor a turismo médico

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Mujer joven está eligiendo implantes mamarios en la clínica de tratamientos de belleza. Las cirugías plásticas y reconstructivas constituyen el principal impulso para el crecimiento del turismo de salud en República Dominicana. Los servicios se han diversificado en los últimos años y con eso también los retos que tiene de frente este servicio, como la necesidad de fortalecer la seguridad de la atención médica con centros y profesionales que cuenten con el aval de certificaciones internacionales.  Aunque la mayor cantidad de pacientes que visita al país por motivos de salud lo hace en busca de servicios odontológicos, como implantes dentales, son las cirugías plásticas y los procedimientos estéticos los que reportan la más alta cantidad de ingresos económicos al turismo médico, según estudios de la Asociación Dominicana de Turismo de Salud (ADTS). Un promedio de 80,000 procedimientos al año relacionados a cirugía estética se realizan en el país, de acuerdo al doctor Rubén Carrasco Peña, presidente de la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica Reconstructiva y Estética (Sodocipre). Los más frecuentes son la lipoescultura, la transferencia de grasa a los glúteos y las cirugías de mamas. Carrasco Peña señala que cada vez cobra más auge lo que algunos denominan “lipoturismo”, que son paquetes que incluyen en el costo el precio de la estadía, procedimiento estético y cuidados médicos antes y después del tratamiento. República Dominicana ha exportado ese modelo de países pioneros como Colombia, Venezuela y Brasil. Además, Costa Rica y Panamá también ofrecen esos planes, que no incluyen el costo del pasaje aéreo. “Es un modelo altamente efectivo porque se le hace más fácil al turista de salud, ya que le programan su recogida al aeropuerto y el traslado a un sitio seguro donde pueda estar hasta que lo llevan a su cita médica. Lo ayudan a realizarse las evaluaciones y análisis previos y después de la cirugía inclusive hasta los llevan a centros de recuperación; es algo maravilloso porque eso le facilita al turista la planificación de su viaje”, explica Carrasco Peña, Ese paquete de servicios puede costar entre 4,000 y 6,000 dólares, con la posibilidad de que el paciente se realice dos procedimientos, como lipoescultura y mamas, por ejemplo. Carrasco Peña detalla que es un precio bastante competitivo para quienes viajan desde Estados Unidos, donde realizarse un solo procedimiento cuesta entre 8,000 y 10,000. Una de las razonas por las que personas que residen en Estados Unidos o Europa escogen realizarse las intervenciones estéticas fuera de esos países es que no cuentan con seguro médico, por lo que los costos de ese tipo de servicio médico les resultan más elevados. Además, influye en la diferencia de precios, que en los grandes países los impuestos son más altos que en República Dominicana, lo cual se transmite al monto que debe pagar el paciente. Otro punto a favor de la media isla lo representa su estratégica ubicación geográfica, que la sitúa a cuatro horas de Florida, Estados Unidos, y un par de horas de viaje en avión de las islas del Caribe. Carrasco Peña suma a todo esto la profesionalidad y calidez del trato del dominicano, que ha sabido especializarse a profundidad en el oficio de esculpir el cuerpo humano.  Hoy día, Colombia se proyecta como el país más puntero en los servicios de estéticos, principalmente en materia de contorno corporal y lipoplastía de alta definición, que es el procedimiento que define la anatomía de los músculos del abdomen. Mientras que Costa Rica y Panamá están repuntando, asegura Carrasco Peña. Regresa el esplendor  El año pasado fue un tiempo en el que el sector retomó la tendencia hacia el crecimiento que venía demostrando en Quisqueya en los últimos cinco años, que alcanzó alrededor de un 44%, de acuerdo a estimaciones de Sodocipre.  A nivel mundial, las cirugías plásticas en 2020 disminuyeron en alrededor de un 11%, como consecuencia de los cierres de centros por la pandemia del Covid-19, según los resultados de la Encuesta global sobre procedimientos estéticos-cosméticos 2020, de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps, por sus siglas en inglés). Para esa época, el 78 % de los cirujanos de todo el mundo experimentaron cierres temporales de sus oficinas. Mientras que los procedimientos no quirúrgicos (principalmente relleno y tratamientos de depilación) siguieron aumentando, pero en menores proporciones que en años anteriores (5.7 % en 2020, en comparación con 7.6 % en 2019), según el informe de la Isaps. “Esa situación se debió a problemas de seguridad y financieros de los pacientes durante la pandemia. Pero, al mismo tiempo, muchos de nosotros vimos un aumento en la demanda debido a la mayor flexibilidad de los pacientes, la oportunidad de una recuperación más privada y, particularmente más opciones para realizarse procedimientos faciales”, opina Arturo Ramírez-Montañana, presidente del Comité de encuesta global de Isaps. Los procedimientos quirúrgicos más comunes a nivel global en mujeres son mamoplastía, liposucción, cirugía de párpados, rinoplastía y abdominoplastía. Mientras que en los hombres son la cirugía de párpado, la liposucción, la ginecomastía, la rinoplastia y la cirugía de orejas, reflejan los resultados de la encuesta de Isaps. En República Dominicana la historia del ejercicio de la cirugía plástica y reconstructiva tomó mayor impulso a partir de 1977, cuando se creó la escuela de formación de especialistas en el Hospital Salvador B. Gautier. Para ese entonces las prácticas más frecuentes tenían que ver con cirugías reconstructivas, porque se trataba de un hospital que frecuentemente asistía a obreros que acudían por accidentes laborales relacionados a la ortopedia. Más adelante, los cirujanos salen a fortalecer su formación en países como Venezuela, México, España y Brasil. “La cirugía reconstructiva es una parte importantísima y vital de la cirugía plástica, ya que es restaurar una parte anatómica que ha sido deformada producto de accidentes, de traumatismo, pérdida de una parte de algún órgano, trabajamos las células que intervienen en devolver la forma de la anatomía”, apunta Carrasco Peña. La mayoría de pacientes que acuden a la media isla por servicios estéticos son dominicanas que residen en países de Europa, como España, Italia, Suiza y Holanda que escogen a su país no solo por la calidad, si no porque tienen familiares que los pueden apoyar en la recuperación. Nuevas propuestas Los servicios han ido evolucionando hacia la adopción de tecnologías de punta para realizar los procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos. En la media isla ya se están utilizando técnicas como la denominada Lipo Vaser, que es una nueva tecnología avanzada de liposucción, que utiliza energía ultrasónica suave para romper selectivamente parte de la grasa no deseada, preservando otros tejidos importantes. Asimismo, hay profesionales que experimentan novedosos servicios no invasivos como el caso del doctor Luis López Tallaj, especialista en tratamientos de antienvejecimiento y que también desarrolla una técnica que se llama bichetomía química, que consiste en inyectar acido desoxicólico por dentro de la boca. Se trata de un procedimiento que no es molestoso, no tiene convalecencia y en un mes el paciente obtiene los mismos resultados si se hubiera operado sin el malestar de una cirugía López Tallaj, que lidera el departamento de Cirugía Plástica de la Clínica Corazones Unidos, opina que la selección del paciente es lo mas importante para poder conservar el buen prestigio del ejercicio de esta disciplina en el país. Aboga por que se garantice la integridad del paciente, seleccionando perfiles que no tengan ningún problema de base como la obesidad, que es una condición que le corresponde tratar a un endocrinólogo, nutricionista y psiquiatra, no a un cirujano plástico. “Si no cualquierizamos el lipoturismo y ponemos reglamentaciones claras, fiscalizando a donde vienen esos pacientes, qué procedimientos se le va a hacer y si en los análisis de laboratorio que se les hizo reflejan que corren ningún riesgo, que va a permanecer el tiempo necesario para la recuperación y se respeta la cuarentena al momento de la llegada, veo el futuro del ejercicio de la cirugía plástica promisorio y ascendente a gran velocidad”, opina López Tallaj. Turismo de salud El turismo médico genera un movimiento comercial de alrededor de 265 millones de dólares al año en República Dominicana, según valoraciones de la ADTS. En tanto que el valor del mercado a nivel global es de más de 13,000 millones de dólares, de acuerdo a la firma de estudios de mercados Statista. Alejandro Cambiaso, presidente de la ADTS, advierte que el turismo de salud está dirigido a centros médicos de excelencia, que puedan garantizar al paciente la calidad y sobre todo la continuidad de la atención.  Dice que esos pacientes al retornar a su destino requieren de que esos centros de salud cuenten con departamentos internacionales que les ayuden con procesos logísticos ,pero también que a través de telemedicina o de otra índole puedan brindarle asistencia u orientación sobre la continuidad del tratamiento en su destino de origen. “Estamos promoviendo que se desarrolle un sello de calidad de turismo de salud, en conjunto con otras organizaciones, y un fomento de programas de acreditaciones internacionales porque no es suficiente que yo diga que soy bueno en algo, yo necesito que un tercero lo avale”, dice Cambiaso. Proponen que esas certificaciones sean emitidas por sociedades de acreditación internacional como la Accreditation Canada, Global Health Accreditation, TEMOS International Healthcare Accreditation o la Sociedad Americana de Centros Ambulatorios, entre otras que ayudan a garantizar los protocolos y la calidad de los servicios médicos a los dominicanos La ADTD tiene una alianza con la agencia AF Comunicación Estratégica, en miras de desarrollar en conjunto con la American Tourism Asociation, la Guía de Turismo de Salud de República Dominicana.  El Índice Mundial de Turismo (Medical Tourism index), ranking de turismo médico, posiciona a la República Dominicana como el destino más puntero en la región del caribe, el numero dos entre los países de Latinoamérica y la posición número 19 entre todos los países el mundo, en cuanto a turismo de salud. El destino numero uno en Latinoamérica es Costa Rica, donde también el principal motivo de turismo medico son los servicios odontológicos.  “Nosotros tenemos quizás más cirugía plástica que Costa Rica, pero ellos han desarrollado una estrategia que incluye el turismo de retiro y de bienestar”, dice Cambiaso. Cada año alrededor 117,000 pacientes internacionales llegan a la República Dominicana, según estadísticas de la ADTS; de los cuales 47,725 son por concepto de turismo de salud, es decir, que tomaron un avión exclusivamente con ese propósito. En tanto que el resto, alrededor de 69,000 se vinculan a la medicina turística, que es cuando un viajero con alguna condición, como por ejemplo hipertensión o diabetes, aprovecha su estancia como vacacionista para recibir servicios médicos o que simplemente le surgió una emergencia que ameritó atención medica. Estas cifras no incluyen el turismo de bienestar y solo la ADTS analizó a los pacientes que fueron consultados de manera oficial. Por lo cual se estima que el mercado de turismo de salud en la media isla anda por encima de 70,000 pacientes. Actualmente, la inversión en infraestructura para centros relacionados al turismo médico ronda los 500 mdd, en proyectos que van desde centros ambulatorios, hospitales que incluyen hoteles dentro de su infraestructuras, no solo en Santo Domingo, también en la región norte, específicamente en la provincia Santiago de los Caballeros, y en la localidad Punta Cana, en la región este del país. Ante este dinamismo económico que exhibe el sector, el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, emitió el pasado diciembre el decreto 787-21 mediante el cual ordena a los Ministerios de Salud Pública y Turismo que realicen un levantamiento del sector, con el objetivo de establecer estrategias y medidas a corto, mediano y largo plazo, a partir de esos resultados, para impulsar esa actividad.

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